7 consejos para cuidar tu alimentación en verano

En verano, nuestra rutina alimentaria se ve alterada por el calor y las vacaciones. Cambiamos nuestros horarios de comidas y cometemos excesos. Durante la época estival, es posible cuidar la alimentación y los hábitos saludables que estás acostumbrado a seguir durante todo el año. No te descuides y sigue estos consejos.

En verano, cuida tu alimentación

Dependiendo de la temporada, la serie de alimentos suele variar. La alimentación en verano es rica en futas y verduras y debes aprovechar para tomar este tipo de materias primas que suelen ser una de las bases de nuestra dieta mediterránea. Contienen una gran cantidad de vitaminas y minerales que te ayudarán a soportar el calor y a tener energía para tus actividades veraniegas.

  1. Hidrátate. Durante los meses de verano es necesario que ingieras más líquidos que durante el resto del año, puesto que el calor provoca que los pierdas con mayor facilidad. Asimismo, puedes consumir frutas y hortalizas en sopas frías y gazpachos que, además de alimentarte te hidratarán.
  2. Sigue un patrón fijo de dieta a lo largo del año. Aprovecha que nuestro país es un lugar propicio para seguir la dieta mediterránea, que incluye un consumo de frutas y verduras diario, aceite de oliva, legumbres, pan y otros alimentos con cereales. Desecha de tu dieta los productos procesados y las carnes rojas y sustitúyelos por alimentos frescos y por pescados y huevos.
  3. Elimina las bebidas carbonatadas y calóricas. A pesar de que, en verano, como te hemos dicho, tienes que ingerir más líquidos, evita que sean bebidas azucaradas y con gas. Este tipo de bebidas deberían eliminarse completamente de la dieta, puesto que aportan calorías vacías insanas. Es necesario que sustituyas el azúcar por edulcorantes que no aporten tantas calorías, y cambiar este tipo de bebidas por agua, sustitutivos light o sin azúcares, por zumos naturales o infusiones.
  4. Controla el consumo de carne. Modera especialmente el consumo de carne roja y toma más raciones de pescado que de carne, alrededor de cinco o seis, de las que al menos tres deberían ser de pescado azul.
  5. Modera el consumo de alimentos. Es importante que no te atiborres a comer, puesto que las digestiones se te harán más pesadas. Controla las cantidades de comida que ingieres y revisa que sean además alimentos saludables. Si vas a consumir carbohidratos, como legumbres, arroz, pasta o frutos secos, cerciórate de que las cantidades no sean excesivas e incluye en tu receta más verduras que carne o salsas para acompañarlas.
  6. Piensa en recetas sencillas. La elaboración de tus menús debe ser sencilla, para evitar que incluyas alimentos que contengan un gran número de calorías. Una idea que te puede servir y que resulta muy fresca y adecuada para el verano es incluir verduras crudas en tus platos o incluso tomarlas solas. Son un alimento que llena y que aporta muchas vitaminas.
  7. Come helados, pero solo ocasionalmente. Los helados contienen una alta cantidad de azúcares y grasas, por lo que no son un alimento esencial en tu dieta diaria. Puedes tomar helados, pero su consumo debe ser ocasional, racionalizado y debes asegurarte de conocer cuál es su composición nutricional.

 

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